miércoles, 15 de septiembre de 2010

No acepto

Una noche lluviosa de aquel mes de Febrero y con el cielo totalmente despejado me dieron un No como respuesta, quebrando así todas mis esperanzas que hasta en ese momento estaban latentes.

Era mi primera decepción amorosa cuando recién bordeaba los dieciséis, cuando el corazón todavía no se sentía fracturado ni mucho menos rechazado por una persona que yo creía que me daría un Si con la sonrisa dibujada en los labios.

Si nos ponemos analizar la situación, es una simple palabra de negación conformado por dos letras pero que deja huellas (profundas) y en mi caso secuelas con el correr de los años.

Ha ella yo la amaba, es más, no he podido sacarla de mi mente hasta el día de hoy, porque fue mi primer amor (no correspondido, claro está) y eso nunca se olvida.

Alexandra tenía el rostro esplendido, una mirada que transmitía dulzura y un carisma acompañado con sencillez que provoco que perdiera la cabeza por ella. A mis casi dieciséis el perder la cabeza (por aquellos años) no te hacia realizar las cosas que de repente a mis veinticuatro haría.

Era ese perder la cabeza de “niños” buscando una excusa perfecta para pasarla bien, de concederle cosas que para mí era un privilegio hacerlo y que sencillamente no costaban nada (casi nada) o simplemente ir a buscarla en aquel edificio de color crema para caminar por aquella calle 9 de Monterrico que tantas veces fueron cómplices de nuestras aventuras.

Pero cuando ya habían pasado dos años de tratarnos y la amistad estaba consolidada di el siguiente paso, del cuál (y a pesar de todo) nunca me arrepentiré porque pude sacarme aquella duda que convivía conmigo a tan temprana edad y simplemente porque gracias a ello conocí otra virtud que me era ajeno a ella, su sinceridad.

Desde aquel cielo de Febrero, del año 2002, hasta el cielo radiante de hoy que me inspira a escribir estas líneas, no la he vuelto a ver. Solo efímeras conversaciones por Messenger hasta actualizaciones en su facebook me acercan a ella tan fríamente.

Desde aquel episodio amoroso en mi vida no me he vuelto a enamorar con tal intensidad, no he tenido relaciones duraderas (casi nada) en el trascurrir de los años, ni mucho menos perdí la cabeza por alguien, pues todo lo contrario, me acostumbre a mi soledad, a mi entorno y a preocuparme por cosas o personas que realmente me necesitaban.

Porque como dije en un principio esa palabra tan simple como compleja deja secuelas y yo fui victima de ello.

1 comentario:

  1. chino q aventuras ha ???? .. eso io no sabia!! jajaja xD

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