jueves, 14 de enero de 2010

Nuestro último verano...

La lluvia de Lima en este verano me hace volver a escribir un nuevo post.

Como olvidar nuestro último verano donde reíamos de todo, donde nos importaba muy poco lo que la gente diga, el alcohol y los cigarros se consumían como el atardecer que iba a llegar a su fin como aquella entrañable amistad.

Hablábamos de una interminable amistad, de los sueños juntos y de un futuro que ahora lo estoy viviendo sin ti, sin mi amor de verano, sin tus ojos que me decían todo.

Las tardes y noches en aquellos parques de Surco lo eran todo, reíamos más que la mona lisa y las caminatas por aquellas calles han sido cómplices de tanto derroche de cariño y felicidad por aquella época donde no existía ningún remordimiento. Que buenos años.

Ha pasado 7 años de aquel primer encuentro, me enamore de ti a primera vista y aquella fiesta fue nuestro último vals, nuestro último roce de cuerpos. Ese día como olvidarlo, fue el momento preciso para decirte lo mucho que te necesitaba, que no quería ser solo tu amigo pero mi cobardía me lo impidió. Pensé que te volvería a ver pero nunca más sucedió.

Ahora todo ha cambiado nada volverá hacer como antes, las casas se volvieron edificios, las moras que solíamos recoger secaron y las flores de aquel jardín ya no existen, se marchitaron, para dar pase a una nueva etapa de la cual ni tu ni yo pertenecemos.

Te mudaste y yo ya nunca mas volví a ese lugar, ya no había sentido. Otros amigos y familiares también marcharon para dar por concluido ese capítulo final. Dicen que un libro se acaba aunque sea el mejor.

Cuídate, cuídense. Pasamos momentos increíbles que cualquier generación quisiera vivir, que yo al escuchar alguna canción del Viaje de Cooperpot o sentimiento increíble de Pedro Suarez me remontan a esos años maravillosos.

Solo tengan presente que nadie nos quitara lo cantado y lo bailado. Hasta pronto.