sábado, 3 de octubre de 2009

yo te recuerdo

A fines de los 90, Perú salía de un estado de coma que duró 10 años. Lo peor (para muchos) ya había pasado. Hablo del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori. Para la mayoría de personas fue el peor mandatario de la historia, para mí, el mejor.

Pero ese no es el tema. En esos años donde el país cada vez se acomodaba mejor, llegó un quinteto argentino para poner a bailar y gozar a una Lima que estaba falto de eso. Sí, hablo del grupo parchís, que al ritmo de veni, juga, baila, hacía enloquecer a cuanto niño se rindiera a sus pies.

En esa época yo tenía 13 años y ya pasaba por una desilusión amorosa, por mi amor de infancia, por ese amor imposible. Sí, estaba enamorado de Sandra (una de las integrantes del grupo). Tuve una relación con ella, tuve hijos y hasta me casé, claro todo en mi imaginación, en mi mundo irreal. Sí, ésas que sólo pasan en las novelas y hasta en los mejores cuentos.

Hubo dos temporadas y con ello dieron fin a una década y a una infancia digna y sana, se despidieron con su mundo mágico, con su circo que desató toda la algarabía de los limeños.

Recuerdo que asistí a su última función, estuve en primera fila y ahí estaba ella cantando, con esa voz tan dulce, ese movimiento tan sexy y ese rostro que derramaba dulzura por donde quiera que vaya. Mi sueño se había hecho realidad, nunca la vi tan cerca como esa vez. Pero me tenía que resignar, era tu última presentación ante los peruanos y yo tenía que dar fin a una fantasía de amor, a mi ilusión de pequeño.

Gracias por regalarme la posibilidad de enamorarme (aunque nunca lo supieras), por las mañanas de felicidad al prender la televisión y verte a ti, a mi ficha amarilla.

Hoy no sé nada de ti, pero prefiero recordarte así como antaño y aunque para mi haya sido una experiencia muy gratificante, la vida ya me estaba dando señales que lo mío no es el amor y como diría un divo mexicano…yo no nací para amar, nadie nació para mí.